La Ciudad de México se caracteriza por esa suma de fracciones que pueden pasar desde lo rural hasta tener un enorme trabajo de urbanización, pero es en este espacio donde nosotros tuvimos la necesidad de vivir. Antes de sentir el lugar tuvimos la necesidad de habitarlo. Algunas veces recorremos la ciudad sin necesidad de verla, incluso aunque queramos verla parece imposible con la cantidad de espectaculares, por que no nos tocó la ventana en el metrobus, viajas en metro o te quedaste dormido en tu traslado y entonces sólo soñamos la ciudad.

Durante este ensayo abordaré lo que sucede en el interior y extrarradio a través de los proyectos de Jordi Colomer, Onnis Luque, Pablo López Luz y Adam Wiselman y la activación de la visibilidad del paisaje, la necesidad de conocer la base a la que estamos sujetos según el concepto de Lèvinas y Dardel en estos conjunto habitacionales planteados y otras distribuciones sin sentido vislumbrando como nos ubicamos en la ciudad contemporánea a través de distintos dispositivos.